Noviembre -2009- Diario Clarín
"Otros ritmos y otros modos"
Este año atendimos al papá de Zoe, el señor Cámara, en la Dirección a mi cargo, a raíz de un e-mail que me había enviado. Sin más, nos pidió el listado de escuelas de gestión privada, por eso en su carta está aludiendo a su experiencia en ese ámbito, no en el de gestión estatal, del cual desde el comienzo enuncia que descree. No cuestiono sus críticas ni puntos de vista. Soy respetuosa de ello, sin embargo me gustaría comentar algunas cosas.
Las escuelas públicas de gestión estatal emprenden proyectos de integración acompañados por docentes de apoyo a la integración, dependientes del área de
Educación Especial, en la cual me desempeño como directora. La misma se compone de tres servicios: instituciones, acompañamiento a la integración escolar y orientación educativa.
Cuando el señor Cámara se refiere a las escuelas de Educación Especial como depósitos de personas, está agrediendo al espíritu de las escuelas de mi Dirección: instituciones en las cuales se viene tendiendo a integrar a los niños en el sistema común y a poner los docentes a disposición de la integración adentro y afuera de los muros de la escuela especial. Es cierto que el cambio es difícil, pero no es sólo una cuestión de políticas, también de culturas y de prácticas. Esto depende de todos. Es importante que ustedes sepan también que hay niños, jóvenes y adultos que necesitan de los servicios de la educación especial, ya sea en forma transitoria o permanente, por diferentes razones. Y que el sistema educativo de la Ciudad posee instituciones para todas las personas. Pensar que porque un niño o niña, joven o adulto/a sean alumnos de una escuela especial se transforman en contenido de “un depósito”, como dice el papá de Zoe, me parece poco respetuoso e injusto. Nuestras escuelas especiales enseñan con otros ritmos y otros modos, pero lo hacen en base al currículum común, con apoyos y adaptaciones.
Hay países que han optado por la desaparición de la escuela especial y la integración “plena”. Sin embargo, cuando las patologías son muy graves, esas personas quedan, directamente, fuera del sistema educativo, y son atendidas solamente por el sistema de Salud. No es nuestro caso. Invité al papá de Zoe a conversar conmigo, como docente de educación estatal que he sido y sigo siendo, siento un profundo respeto por los profesionales que en la escuela y en la universidad pública trabajan día a día. Hace poco desarrollamos la semana de
Licenciada Vanesa Casal. DIRECTORA DE EDUCACIÓN ESPECIAL/MINISTERIO DE EDUCACIÓN DEL GOBIERNO DE
Reflexiones:
1) "Las escuelas públicas de gestión estatal emprenden proyectos de integración acompañados por docentes de apoyo a la integración, dependientes del área de Educación Especial, en la cual me desempeño como directora"
Me pregunto a qué “proyectos de integración” serios se refiere la directora:
¿A que la maestra de apoyo dependiente del área de Educación Especial vaya 1 o 2 horas por semana a la escuela común para "supervisar" la integración, en muchos casos, de más de 5 niños (cuando debe haber una maestra de apoyo por cada niño integrado)?.
En el “proyecto”: ¿también está contemplado que los padres -que mandan a sus hijos con Síndrome de Down a la escuela publica- tengan que recurrir a un juez para que éste dicte un recurso de amparo con el propósito de que pueda ir a esa escuela una maestra de apoyo particular (cuyo sueldo es solventado por los padres) y de esta manera esté todos los días con su hijo en el aula común pública llevando adelante el "proyecto" de integración y asegurándose que el mismo no fracase? ¿O que otros padres hayan tenido que "contactarse" con las autoridades más influyentes del Ministerio de Educación y para conseguir "excepciones" a la normativa que impide el trabajo de una maestra de apoyo privada dentro de la escuela pública, desesperados por un lugar dentro del aula común?
Por otro lado, es importante aclarar que los colegios privados, también abortan el derecho de los niños con Síndrome de Down a estudiar en sus instituciones, bajo diferentes excusas y con la complicidad del estado nacional, provincial o municipal que no los obliga a llevar adelante "proyectos" de inclusión educativa.
Hasta conocemos casos en que se ha negado el DERECHO a estudiar a una PERSONA que tiene Síndrome de Down en una escuela privada a la que ya concurre su hermano.
2)"Es cierto que el cambio es difícil, pero no es sólo una cuestión de políticas, también de culturas y de prácticas. Esto depende de todos..."
¿Respetar un DERECHO es difícil? Y mientras esperamos que el milagroso cambio cultural se produzca, ¿qué hace Zoe y tantos niños con Síndrome de Down que tienen el derecho de estudiar en un aula común?
3) “Nuestras escuelas especiales enseñan con otros ritmos y otros modos, pero lo hacen en base al currículum común, con apoyos y adaptaciones”
Que las personas con Síndrome de Down aprenden con otros ritmos y otros modos, ya lo sabemos. Lo que no entendemos es que si lo hacen en base a la currícula común con apoyo y adaptaciones ¿por qué tienen que hacerlo apartados del resto de la sociedad? ¿Por qué no pueden hacerlo en el aula común, donde además de aprender los contenidos curriculares, estarían permanentemente estimulados por los demás niños?
4) “Hay países que han optado por la desaparición de la escuela especial y la integración “plena”. Sin embargo, cuando las patologías son muy graves, esas personas quedan, directamente, fuera del sistema educativo, y son atendidas solamente por el sistema de Salud. No es nuestro caso"
Como todos sabemos, el SD no es una enfermedad, así que este no sería el caso de “patología grave” porque no es una enfermedad, sino una alteración genética caracterizada por un cromosoma de más, lo que determina, entre otras características, un retraso intelectual leve. Por tanto no debiera quedar fuera del sistema educativo común y mucho menos quedar en manos del sistema de salud. En los países donde hay integración plena TODAS LAS PERSONAS CON SINDROME DE DOWN VAN A
5) Por último, tal vez muchos de quienes ahora están leyendo este artículo no tengan un hijo con SD o cualquier otra discapacidad, pero sí hijos que tengan problemas de aprendizaje o de conducta. Esto también implica una NECESIDAD EDUCATIVA ESPECIAL, que no es permanente, pero sí necesita atención especial. En esta Multisectorial creemos que si una escuela no puede atender las necesidades educativas especiales permanentes, tampoco puede atender las transitorias.